Resumen
El debate entre la ciudad dispersa y
la ciudad compacta está siempre
presente en la discusión sobre el
modelo de ciudad que necesitamos
para mejorar la calidad de vida de
las presentes y futuras generaciones. Estudios comparativos afirman
que el modelo urbano que mejor se
ajusta al principio de eficiencia y habitabilidad urbana es la ciudad compacta en su morfología, compleja en
su organización, eficiente metabólicamente y cohesionada socialmente
(Rueda, 2011).
Con este sustento, el proyecto de
investigación ‘Modelos de Densificación Territorial en zonas consolidadas de Cuenca’, con base en
un estudio de caso en la zona de
Yanuncay, ha generado sugerencias
a la normativa para la construcción
de Barrios Compactos Sustentables
(BACS). (Hermida, et al., 2015)
Este estudio propone al barrio como
unidad básica de reestructuración
urbana, considerando para su delimitación las relaciones cotidianas
y de proximidad, aspectos que definen particularmente la noción de
comunidad. En términos operativos
estas relaciones se determinan con
base en la distancia a pie de los servicios y la demarcación de vías de
mayor jerarquía de circulación vehicular perimetral.
Si bien las ordenanzas de uso de
suelo en Cuenca promueven teóricamente la densificación, no existen
incentivos explícitos para lograrlo,
respondiendo en la práctica a un
modelo de ciudad enfocada al automóvil, que en ningún caso permitiría
un modelo de ciudad compacta que
priorice al ciudadano de a pie. (Hermida, Calle y Cabrera, 2015)
La propuesta para la implementación de BACS busca producir cambios a corto, mediano y largo plazo
en lo referente a la densificación y
la sostenibilidad urbanas a través
de una normativa para la intervención en el espacio público y para la
densificación en lotes vacíos. En el
espacio público, el objetivo es devolver a la calle su rol preponderante en la vida de la ciudad, generando
espacios públicos que mejoren la calidad de vida de los residentes y que
promuevan su participación activa y
saludable en la manera de transportarse y en el uso del espacio público
como estancia. Para la densificación
se propone insertar vivienda colectiva de mediana escala en contextos
urbanos consolidados, que se ajusten al tejido existente, mejorándolo
y dotando a las edificaciones de un
carácter urbano colectivo.
La gestión del suelo es fundamental para la construcción de ciudades
más amables con el ser humano y el
ecosistema, más justas y cohesionadas, más diversas y tolerantes. Por lo
tanto, resulta imprescindible generar
políticas de crecimiento urbano que
despenalicen la innovación, planteen
acciones atractivas para el mercado
inmobiliario y provoquen mayor debate y reflexión sobre los modelos
urbanos detrás de las normativas
la ciudad compacta está siempre
presente en la discusión sobre el
modelo de ciudad que necesitamos
para mejorar la calidad de vida de
las presentes y futuras generaciones. Estudios comparativos afirman
que el modelo urbano que mejor se
ajusta al principio de eficiencia y habitabilidad urbana es la ciudad compacta en su morfología, compleja en
su organización, eficiente metabólicamente y cohesionada socialmente
(Rueda, 2011).
Con este sustento, el proyecto de
investigación ‘Modelos de Densificación Territorial en zonas consolidadas de Cuenca’, con base en
un estudio de caso en la zona de
Yanuncay, ha generado sugerencias
a la normativa para la construcción
de Barrios Compactos Sustentables
(BACS). (Hermida, et al., 2015)
Este estudio propone al barrio como
unidad básica de reestructuración
urbana, considerando para su delimitación las relaciones cotidianas
y de proximidad, aspectos que definen particularmente la noción de
comunidad. En términos operativos
estas relaciones se determinan con
base en la distancia a pie de los servicios y la demarcación de vías de
mayor jerarquía de circulación vehicular perimetral.
Si bien las ordenanzas de uso de
suelo en Cuenca promueven teóricamente la densificación, no existen
incentivos explícitos para lograrlo,
respondiendo en la práctica a un
modelo de ciudad enfocada al automóvil, que en ningún caso permitiría
un modelo de ciudad compacta que
priorice al ciudadano de a pie. (Hermida, Calle y Cabrera, 2015)
La propuesta para la implementación de BACS busca producir cambios a corto, mediano y largo plazo
en lo referente a la densificación y
la sostenibilidad urbanas a través
de una normativa para la intervención en el espacio público y para la
densificación en lotes vacíos. En el
espacio público, el objetivo es devolver a la calle su rol preponderante en la vida de la ciudad, generando
espacios públicos que mejoren la calidad de vida de los residentes y que
promuevan su participación activa y
saludable en la manera de transportarse y en el uso del espacio público
como estancia. Para la densificación
se propone insertar vivienda colectiva de mediana escala en contextos
urbanos consolidados, que se ajusten al tejido existente, mejorándolo
y dotando a las edificaciones de un
carácter urbano colectivo.
La gestión del suelo es fundamental para la construcción de ciudades
más amables con el ser humano y el
ecosistema, más justas y cohesionadas, más diversas y tolerantes. Por lo
tanto, resulta imprescindible generar
políticas de crecimiento urbano que
despenalicen la innovación, planteen
acciones atractivas para el mercado
inmobiliario y provoquen mayor debate y reflexión sobre los modelos
urbanos detrás de las normativas
| Idioma original | Español (Ecuador) |
|---|---|
| Título de la publicación alojada | X Simposio Nacional de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial |
| Páginas | 280-293 |
| ISBN (versión digital) | 978-9978-14-399-5 |
| Estado | Publicada - 2018 |