Resumen
Jesús Arriaga escribe en 1922: "A medida que se adelanta en el estudio de las antigüedades cañares se ve desaparecer la delgada corteza de la dominación incaica, y aparece cada vez más robusto y persistente el gran tronco cañar".
Cien años después, Encalada retoma la labor y se propone extraer, ordenar y definir las raíces de la lengua de nuestros ancestros. Su inquietud es primordialmente lingüística: tras exponer los hallazgos de lingüistas, cronistas e historiadores, identifica las 41 raíces con las que ha de estructurar su diccionario.
El cañari es una lengua declinada, que no conoció la escritura, por lo que la investigación se ha edificado sobre la toponimia: los nombres con los que seguimos refiriéndonos a nuestros cerros, ríos y parroquias. Al acudir a este tomo, nos percatamos de cómo sigue siendo parte de nuestro día a día y, mediante la palabra, la relación que tenían nuestros ancestros con la tierra en la que vivimos.
Cien años después, Encalada retoma la labor y se propone extraer, ordenar y definir las raíces de la lengua de nuestros ancestros. Su inquietud es primordialmente lingüística: tras exponer los hallazgos de lingüistas, cronistas e historiadores, identifica las 41 raíces con las que ha de estructurar su diccionario.
El cañari es una lengua declinada, que no conoció la escritura, por lo que la investigación se ha edificado sobre la toponimia: los nombres con los que seguimos refiriéndonos a nuestros cerros, ríos y parroquias. Al acudir a este tomo, nos percatamos de cómo sigue siendo parte de nuestro día a día y, mediante la palabra, la relación que tenían nuestros ancestros con la tierra en la que vivimos.
| Idioma original | Español (Ecuador) |
|---|---|
| Editorial | Editorial Don Bosco |
| Número de páginas | 142 |
| ISBN (versión impresa) | 978-9978-14-467-1 |
| Estado | Publicada - 2021 |
| Publicado de forma externa | Sí |